viernes, 28 de agosto de 2009


"... Reducir las necesidades al mínimo, para no depender en nada de los demás.
Es cierto que en términos absolutos esta vida es imposible. Pero no es imposible relativamente.
Consideremos a un jefe de oficina. Tiene la obligación de prescindir de todo el mundo, tiene la obligación de saber escribir a máquina, de saber contabilidad, de saber barrer la oficina. Su dependencia de los demás es, por tanto, sólo una necesidad de no perder el tiempo, y no una necesidad de su incompetencia. Le dice al aprendiz: "vaya a echar esta carta al correo", pues no quiere perder tiempo llevándola él mismo al correo, no porque ignore dónde está Correos. Le dice a un empleado: "vaya a tal sitio a tratar de tal asunto", pues no quiere perder el tiempo en hacerlo él mismo y no porque no sepa cómo hacerlo".
Créditos:
del texto: Fernando Pessoa
de la traducción: Manuel Moya
de la publicación: Baile del Sol, 2009
de la foto: yo
de la imagen: se llama Rubio, llegó a esta casa en busca de cariño, comida y gatas. Aunque lo vean así desastrado no se fien, el agotamiento le viene de la juerga.

1 comentario:

Á. David dijo...

Me encanta esta entrada, breve pero directa al estómago, y a la realativa esperanza, a pesar de todo.
Me encanta la foto de ese magnífico gato tipo Bukoswky, ahí echado con absoluta majestuosidad de vida.