martes, 15 de diciembre de 2009

Rita y T.S.Elliot




Hace unas semanas (el tiempo ya sabemos cómo pasa), estuvo entre nosotros Rita Gardellini, una escritora argentina (rosarina aclaro) de esta casa editora. Os la puedo describir con una sola palabra: Torbellino.
Fue consiguiendo una tras otra, todas las cosas que se propuso, alguna de las cuales para nosotros, tenían pinta de ser imposibles, pero no... una tras otra.
Todo lo que les cuente es poco. Una energía abrumadora.
Lo mejor para mí era escucharla cuando hablaba "de sus chicos" (es directora de una escuela) y su pasión por la educación, sus infinitas ideas (puestas en práctica) sobre el fomento de la lectura,
sus libros sobre la materia, y un largo etcétera. Le salía del alma.
Conocedora de mi pasión gatuna, me ha enviado junto al enlace del blog de Jordi Doce, que también habla de gatos, este poema de T.S.Elliot que ahora transcribo.
Gracias Rita


EL ESPECTADOR Cultura 19 Nov 2009 - 11:50 pm

T. S. Elliot (St Louis - Missouri 1885-1965)

Este afamado poeta, nacionalizado en Gran Bretaña, escribió en 1930 ‘El libro de los gatos habilidosos del viejo Possum’, un poemario infantil sobre el que se basa el musical Cats, que por estos días se presenta en el país.

Cómo llamar a un gato

Del poeta nacionalizado en Gran Bretaña T. S. Elliot (St Louis - Missouri 1885-1965).

Ponerle nombre a un gato es harto complicado,
desde luego no es un juego para los muy simplones.
Pueden pensar ustedes que estoy algo chiflado
cuando digo que al menos ha de tener tres nombres.
Lo primero es el nombre que le damos a diario;
como Pedro, Alonso, Augusto o Don Bigote;
Como Víctor o Jorge o el simpático Paco.
Todos ellos son nombres bastante razonables.
Los hay más bonitos y que suenan mejor
para las damas y los caballeros,
como Admetus, Electra, Démeter o Platón,
pero todos son nombres demasiado discretos.

Y un gato ha de tener uno más especial,
que sea peculiar, algo más digno.
¿Cómo, si no, va a alzar su rabo verticarl
o atusar sus bigotes y mantenerse altivo?

De nombres de este tipo os puedo dar un quórum
como son Mankostrop, Quoricopat o Qaxo,
también Bamboliurina o, si no, Yellylorum,
son nombres que jamás compartirán dos gatos.
Pero a pesar de todo, nos queda un nombre más,
y ese es el que tú nunca podrás adivinar,
el nombre que los hombres jamás encontrarán,
que sólo el gato lo sabe y no confesará.
Si un gato ves en meditación,
el motivo nunca te asombre.
Su mente está en contemplación
de la Idea Una de su nombre.
Su inefable, efable,
efainefable,
único, oscuro, inescrutable nombre.




1 comentario:

ritamgardellini dijo...

¿El tornado se asombra del torbellino?
Es que tenía pocos días... y tanto por hacer.
Me encanta el título "Rita y T. S. Elliot", que detalles que soy rosarina, mi pasión por la escuela -y yo pensé que los atosigaba-, sos tremenda; a la distancia y me seguís consintiendo. Gracias, Ángeles.
Por cierto, "me tomé la libertad" y le escribí a la revista Leer, remarcando la importancia de los otro editores... si me responden, te reenvío el comentario.
Beixos desde Rosario,
r