sábado, 17 de septiembre de 2011



ni contigo ni sin ti. se acaba el día, sin darme cuenta, y yo desde ayer con el run-run en la cabeza. ni contigo ni sin ti. me tomo el día de descanso. veo películas ñoñas que dan por la tele, me dejo llevar, leo, y releo algunos libros de baile, y disfruto, porque no hay nada mejor que acomodarse en el sillón, y saber que te espera una buena historia, una que te atrape... "¿No tienes frío? No. No mucho. Como meses antes, él fue a buscar la manta y se envolvieron en ella. Había pájaros aquella noche, y olores, y estrellas." Es difícil encontrar esa historia que te lleva, que te impide moverte: anhelas llegar al final y deseas que no acabe nunca. "-Hola loca... Al reconocer su voz, los pequeños hombrecillos que tenemos en medio del pecho para bombear el corazón se desmayaron." qué difícil y qué bueno, encontrar esa historia, que hace que te vayas dando absurdos permisos cuando se hace tarde: un capítulo más, quince minutitos, a las en punto lo dejo. "Esta tarde quise llamarte para decirte que te odiaba, que estoy harto. Eres tan atractiva, tu jodida cara perfecta, tu asquerosa vida perfecta, tan inteligente, tan interesante, tan jodidamente tú." ni contigo ni sin ti. "Le acaricié la mejilla con mi nariz. ¿No me oyes, loco?, ¿no me oyes?, le pregunté en silencio. Soy yo, tu loquita loca, la que te come la boca en cuanto te descuidas, la que te quiere en silencio para no darte guerra. Le besé el hombro desnudo y alargué mi mano hasta tocar sus dedos. Le agarré del meñique y aun siendo el más pequeño me quedaba grande. Cuánto me arrepiento ahora de no haber alcanzado aquel taxi, cuánto me arrepiento de no haber pasado aquella noche contigo, de haberte tenido un ratito como mío, pero no es fácil correr con un solo tacón, ¿sabes?, no es nada fácil. Esbocé una amarga sonrisa que imitó Asun sin saber en qué pensaba. no le conté a nadie lo de tu mensaje, a nadie, ni a Marieta siquiera, lo guardé en nuestro saquito de papel, en ése en el que escondemos nuestros sentimientos y fingimos que nos queremos como se quieren los amigos. A veces lo abro y miro todo lo que hay dentro. Hay abrazos más largos, caricias en el sofá de la tele, hay críticas celosas hacia la pareja del otro, que si ella es una chula y él un imbécil. Hay un primer beso con diecisiete años en las escalereas del Arenal ¿te acuerdas?, era verano, fiestas de Bilbao, ¿te acuerdas? ¿eh?, ¿te acuerdas que cuando se hizo de día encontramos un saquito de papel y lo escondimos allí dentro?, metimos nuestro beso, lo metimos porque nosotros somos amigos." Esta tarde me acompañaron las Noches árticas, de Ana Vidal, Si nos encontramos de nuevo, de Ana Teresa Pereira, y mi Loca Novelife, de Elvira Rebollo. Baile del sol, 2011. ha sido una buena tarde.

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