lunes, 24 de noviembre de 2008

Un poema de amor de Roque Dalton



Lisa: desde que te amo, odio a mi profesor de derecho civil.

¿Puedo pensar en compraventas con rostros de ventana de cárcel, en la teoría de la causa que me parece un túnel, lleno de grillos rojos y de raíces que se frustraron sin el sol, en hipotecas con tuberculosis, en el resgristo de la asantante propiedad raíz?

¿Puedo pensar en eso digo, si tengo en pos de mi ansia tus grandes ojos simples y oscuros como un lago nocturno, tu voz reciente como la fresca madrugada de mañana, tu aroma musical -oh, fugitiva- que guardo entre dedos de mi mano derecha?

Lisa, la transparente hija del aire: tu desnudez me pide el matutino sol de la pradera, mis manos descendiendo desde la flor del agua para salvar tu sangre de las arterias verdes de la grama.

Y yo, pobre galeote de este siglo, siervo inconcluso del hastío de la sangre, te escribo y te amo mientras todos hablan de los contratos de adhesión.

Ah, Lisa, Lisa, estoy completamente herido.

La ventana en el rostro. Roque Dalton

1 comentario:

SAL dijo...

Bravo por Roque, aquel que escapó de la carcel por un terremoto, no supo escapar a la balas de sus compañeros. Pero siempre vivirá en sus poesia. Santiago Aguaded