martes, 19 de octubre de 2010



Dice la revista Esquire, que Nelson Mandela dijo: "Hay tareas que parecen imposibles de llevar a cabo. Hasta que un día, de repente, las has terminado."

Me quedé con esa frase de las exquisitas de la entrevista, quizás, porque en el momento de leerla, el SilaEncuentro, se encontraba a las puertas. Ese Sila que como caparazón de tortuga o casita de caracol, a veces parece pesarte, (muchas veces), pero en el fondo, no es sino una fuente de conocimientos y de amigos. Un placer.

No se me ha concedido el don de la palabra, o en este caso de la escritura, por lo que me resulta imposible resumir en este post, los avatares de estos dos últimos meses, (pa qué, también digo yo, que necesidad), pero no estaría bien, que pasara alegremente y no diera las gracias a todos los que han estado acompañándonos en este SilaEncuentro. No me atrevo a ir nombrando, porque la lista sino infinita sería larga. Pero aquí queda mi gratitud.

El Sila llegó, nos envolvió, pasó sin darnos cuenta,... ¡Tanto trabajo pa qué?!, la gente habló, discutió, descansó, bailó, cerró algún que otro acuerdo, y por lo que sé, se marchó encantada. Y sin apenas dormir... ya estamos trabajando en el siguiente.

Lo he pasado realmente bien en este Sila, ahora toca ponerse de nuevo manos a la obra.

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