sábado, 19 de febrero de 2011

saboreo una compota de frutas mientras imágenes de ausencia me persiguen desde temprano. El patio que se presenta extraño. no hay macetas ni pelotas en el suelo y me doy cuenta, que las sillas estratégicamente situadas en el muro como púas de erizo han desaparecido, las encuentro en orden perfecto en un esquina. el patio en silencio. leya no está. Salgo del ascensor y una sala enorme en semipenumbra se abre ante mí. tres ancianas en sillas de rueda dispuestas en orden, esperando cualquier señal para iniciar su carrera. discuten, gritan, cantan, tocan palmas. nadie las escucha. una cuarta que no ha dejado de caminar de un lado a otro en los diez minutos que llevo allí, se para de pronto a mi lado, pone su mano en mi brazo y me sonríe. sigue su camino. me voy y me paso horas preguntándome para qué y porqué nos quedamos aquí tanto tiempo. de nuevo el silencio. Subo y bajo cargada de cajas, baile que vuelve de donde siento no debió irse. estoy como en casa, no es un paso atrás, es un paso adelante y me pregunto porqué no lo hicimos antes. me encuentro con el recuerdo de don juan por las esquinas. me lo encuentro en la cocina donde pasamos tantas horas entre páginas, persiguiéndonos entre risas. estar aquí a pesar de la nostalgia me anima, me fortalece. ausencias. Entro en la oficina que durante cuatro años acogió a noemi. no hay libros en las estanterías, no hay cajas aquí allí allá... todo en orden. cuatro años. que fácil se escribe. el tiempo, que parece se guarda en unos archivadores.

me dice el diccionario que la ausencia es la acción y efecto de ausentarse o de estar ausente. también me habla de nostalgia, añoranza, soledad, y tristeza. joder sí! a veces, cómo duele.
me acabo la compota.
la vida sigue.

"amor efímero"
Primero descubrió la tristeza de que la pantalla del móvil le devolviera una mirada vacua, sin la sorpresa de un mensaje o una llamada perdida enturbiándola. Después, presintió la huída del fulgor febril de los ojos de él al mirarla. Finalmente, llegó la charla perceptiva para acabar oficialmente con el romance, perpetrada a la vera de un rooibos frío.
Ella lo esperaba resignadamente todo.
Lo único que le sorprendió del proceso fue que se diera en sólo una hora. Y aún más le sorprendió que, en sólo una hora, ya pudiera echarle de menos."

Cambio de rumbo y otras cosas primeras. ángeles jurado. baile del sol.

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