lunes, 22 de diciembre de 2008

Amigos


Terminé cansadísima del fin de semana, así que empecé el lunes impertinente y con la ceja en alto, como diría Uberto. Una semana llena de cansancio y con ganas de vacaciones. Sin embargo, una mirada a esos días pasados me descubren buenos momentos y me dan sensación de cosas buenas. El lunes me fui a las palmas, a conocer a Déborah y presentar DeLeste. Como decimos aquí "fuerte niña desinquieta!", no paró, ni un segundo. Muy bien. Muy bien. Una gata. El viernes, un almuerzo con dos amigos de la facultad... hacía años que no nos encontrábamos!!!. Una reunión curiosa, rober y mariam hablando de jueces, juicios, recursos y desaguisados del colegio de abogados. Yo, contándoles mis cuitas del mundo de la cultura. En el café, frente a la plaza del pueblo, un castillo hinchable y un altavoz que iba aumentado el volumen musical a medida que oscurecía. Al preguntar qué hacía allí aquel castillo tan solo en aquella plaza, mariam me informó que debía formar parte de la programación cultural-festival del municipio. No dejé de mirar ni el castillo ni la plaza con ojos de asombro. Era alucinante.
Lo mejor, fue verlos tan implicados en su profesión, (son mucho más jovenes que yo) y sentí magua (o sana envidia), cuando los oía relatar sus cuitas ante la jueza que lleva los casos de violencia de género.
Me estoy planteando, dada la situación cultural en la isla, colegiarme y acompañarlos, quizás alguno de ellos me adopte de pasante...

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