domingo, 8 de febrero de 2009


CADUCO
El pasillo cortado languidecía
cuando comencé a quitarte la ropa.
Desnuda y sentada en la mesa del comedor,
con un pie en cada silla
y el pubis bien rasurado,
eras la reina de este trocito de la media tarde.
Tus pezones erguidos por el frío,
el vientre blando y la espalda entre los brazos
apoyados en el mantel ya no existían
ante los labios abiertos entre las piernas.
Te devoraba mientras decías: "Tengo miedo"
y yo no intentaba aligerar lo que pensaba hacerte
antes de que cerraras los ojos
y te entregases al destino que se fugaba
caduco entre dudas,
platónicos enamoramientos tropicales
y una lisiada idea del amor
que te penetraba.
David Castillo. "Bandera Negra. Antología personal". Sial Ediciones, 2001

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenas, editora: cuántos gatos !!! Acabo de añadirte a los vínculos recomendados de hankover: Besos. vicente.