viernes, 26 de noviembre de 2010


cinco minutos antes del embarque rumbo a la FIL, hablo con el editor jefe. me entra la magua. ¡Vamos changuelita arribadellos! me dice.
con mayor ánimo me ubico, cojo de mi mochila uno de los cuatro libros que me traigo y el azar hace que Mayombe, de Pepetela me acompañe las siguientes doce horas. Pepetela es el primer autor de angola que me referenciaron, aún no hemos podido traerlo al SILA. La novela me gusta, pero no termina de engancharme. será que la traducción no me convence del todo, será que no me puedo creer la cantidad de faltas que encuentro, (a punto de sacar el rotu), o será que este viaje se me hizo eterno, y mi cabeza no está para profundidades meta-revolucionarias. de todas formas, aunque parece que no le hago muy buena propaganda, me gustó.

Llevo dos días en Guadalajara y no he visto un solo gato. ayer comí arracheras. pensé que no quería saber qué carne me estaba comiendo.

"La base. Mayombe había aceptado los golpes de las hachas, que en él habían abierto un claro. Claro invisible desde lo alto, desde los aviones que escudriñaban la mata, intentando localizar en ella la presencia de los guerrilleros. Habían levantado las casas en ese claro y los árboles, alegremente, formaron una bóveda de ramas y hojas para cubrirlas. Los troncos servían para las paredes. El capín del techo fue transportado de lejos, de cerca del Lombe. Un montículo fue lateralmente excavado y se transformó en el horno para el pan. Los troncos muertos de las paredes crearon raíces y se agarraron a la tierra y las cabañas se convirtieron en fortalezas. Y los hombres, vestidos de verde, se volvieron verdes como las hojas y castaños como los troncos colosales. El follaje de la bóveda no dejaba penetrar el sol y el capín no creció abajo, en el espacio de tierra limpia que unía las casas. Unía, no, separaba con amarillo, pues la unión la hacía el verde.
Así fue parida por el Mayombe la base guerrillera."

(mayombe: selva tropical en la zona de Cabinda)

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