lunes, 11 de mayo de 2009

Ha llegado mayo...




Sí señor, ha llegado mayo.
El editor jefe sabía que en mayo iba a descansar, iba a leer, iba a ponerme a dieta, iba a cortarme el pelo, me iba de vacaciones, me dedicaba a dormir lo no dormido, a descansar cuerpo y neurona y a desconectar... vamos... nada de nada en mayo.
Y ha llegado mayo.
Y hemos estado hablando y me parece que la mitad lo hemos dejado para junio...
La semana pasada dos días en madrid, hemos estado el jefe y yo como los machanguitos. Preparando entre otras cosas, dos ferias del libro que comienzan justo el mismo día. Aquí en Tenerife, y allí en la capital. Dos lecturas, una en la casa del libro con Inma, Roxana y Ana y un acercando orillas, en el nuevo espacio canarias de creación.
Ambos actos estupendos. El del jueves, porque las chicas nos deleitaron con esos poemas pandoriles y nos envolvieron con su charla final.
El del viernes, porque fue un acercando orillas muy especial, quizás porque me encontré con amigos a los que hacía mucho tiempo no veía, o quizás porque no esperaba pasarlo tan bien. Lamentamos la ausencia de mi Uberto, que al final no pudo asistir.
Catorce autores de Baile nos acompañaron, Orihuela... a quien no veía desde nuestro viaje a méjico, y también a José Blanco, que se dio un saltito desde Bilbao, Daniel Bellón, que cada vez que me lo encuentro me sorprende más y que no terminó de contarme lo de tecnoempleo (y queda pendiente), Armando Rivero (Mandi) con esa forma de recitar tan suya que hizo que más de uno pensara... se va a olvidar!!! pero no... pasó Jorque Riechman siempre apoyando a Baile, Matías Escalera, Roxana Popelka, Lucas Rodríguez, Inma Luna, Déborah, Mada Alderete, Antonio Martínez que se vino desde Valencia y Sergio Arrieta que puso el punto y final. Dejo para lo último a Ana Pérez (y espero no olvidar a nadie) porque nos hizo un regalo con la lectura de un poema en recuerdo a su padre que me puso los pelos de punta y me pareció absolutamente extraordinario. Por allí estaba también Javier Berros que no leyó pero que prometió hacer una gira con su próximo poemario, que no sabía cómo, pero que algo tenía que hacer para compensar nuestros desvelos!!!!
Fue un acto genial, que comenzó con el editorjefe y yo en la mesa (foto histórica) presentando el acto. Esta vez, aunque igual de nerviosa y con las mismas ganas de salir corriendo, me parace que salió mejor. Disfruté durante todo el recital "con todos mis niños", y un "graciasatodossalió preciosísimo" como punto final.
Salí con las pilas renovadas, con un optimismo que me hizo ir dando saltitos hasta el hotel y que me duró hasta el día siguiente, durante todo el vuelo recordando ese magnífico rato.
Y es que, aunque me gustaría ser una editora de esas que transmiten una imagen de sapienza editorial y todas esas cosas, en el fondo, es que es lo que siempre digo... "la familia", los amigos es lo que cuenta. Es lo que somos. Es lo que te alegra la vida. Y si no hay ese calorcito... ¿qué queda? Y sé que muchos quisieron estar y no pudieron y otros queríamos que estuvieran pero no pudo ser.
Quizás ahora, durante las ferias nos encontremos. Este año Baile del Sol, tiene caseta en la feria del libro de Madrid junto a la Ediciones Escalera. La 229. Tienen que ir.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Fue una tarde estupenda que se extendió a la noche. La verdad que sí. Un gustazo. Para mí que andaba medio convaleciente de un virus cabroncete fue como un taponazo de vitaminas, así que cabe de cir que Baile del Sol ha contribuido a que esté de nuevo con las pilas cargadas. Muchas gracias y un beso. Y ya seguiremos hablando, claro que sí ;-)

Joaquín dijo...

Hola Ángeles:

Me alegro que el viaje a Madrid fuera tan bien... y que puedas tomarte un poco de descanso.

Como sabes, Inés y yo nos daremos un salto desde las otras islas para dar un poco más de calor a la caseta en Madrid.

Inma Luna dijo...

Pues sí, Ángeles, eso es lo importante y en Baile sabéis propiciar ese clima. A mí también me pareció un Acercando Orillas estupendo, lleno de calor y buen rollito.
Besos