lunes, 10 de mayo de 2010


¿TÚ PEGASTE DE GAJITO?

domingo, 9 de mayo de 2010


De la estantería del editor jefe el libro de Tchicaya u Tam´si "Leyendas Africanas". Comienzo apenas su lectura y encuentro esta cita: Cuando la memoria va a buscar leña, vuelve con el haz que le place. Birago DIOP.
Termino hace unos días de leerme "Un guardia civil en la selva", de Gustau Nerín, a quien tuve el placer de conocer hace un tiempo, gran conocedor del continente africano, de su cultura y sobretodo de su literatura. Analiza y nos relata de forma anema (a pesar del tema) los estragos de la colonización española en Guinea Ecuatorial, con la figura de Julián Ayala como eje central. Fui marcando muchos párrafos a lo largo del libro, simple reflejo de la naturaleza humana, comparto dos:
..."Una vez, en una audiencia, se presentó ante él una mujer que quería separarse de su marido porque el hombre había desenterrado el cráneo de su hijo para preparar un filtro mágico. Ayala resolvió el asunto de la separación, pero no castigó al hombre por haber recurrido a la brujería. El teniente nunca se opuso a la realización de ceremonias rituales tradicionales, "por ser éstas inofensivas y costumbre del país."
Años más tarde, la administración colonial cambiaría por completo de actitud y reprimiría brutalmente la religión fang. Se ordenó a la Guardia Colonial que confiscara a los fang los cráneos de sus antepasados, a los que rendía culto (creían que las almas de los muertos permanecían en la tierra para proteger a sus descendientes). A partir de 1930 se impusieron penas de cárcel a quienes poseyeran cajas con calaveras, y se recurrió sistemáticamente a la tortura para encontrar objetos rituales ocultos. Los instigadores de aquella persecución fueron los claretianos. Los mismos claretianos que veneraban en Vic, el cuerpo de su fundador, el padre Claret. No conservaban únicamente su cráneo: guardaban el cuerpo entero, momificado. Hasta hace pocos años aún podía contemplarse aquella momia, a través de un cristal situado en el ataúd. Y al lado, en un relicario -como si de un tesoro se tratase-, los misioneros conservaban el cerebro del santo. Nadie les sometió a persecuciones ni torturas por ello."
******
..."Sin que le hubieran otorgado ninguna partida de presupuesto suplementaria, en 1921 Barrera ordenó la fundación del puesto de Akonangui, en el límite nordeste de la Guinea Continental, en la frontera con Camerún y Gabón. Con aquel destacamento terminaría la ocupación del límite septentrional del Muni. Los trabajos finalizaron poco antes de la llegada de Ayala a Mikomeseng. El encargado de levantar el destacamento fue el competente alférez Juan Atalaya. Dicho oficial obtuvo el visto bueno de los líderes fang de la zona para establecerse en territorio de los esandon, uno de los clanes más poderosos de la región. Los esandon sólo le pusieron una condición: que no cortase una ceiba que había junto al campamento, por el gran valor ritual que para ellos tenía aquel majestuoso árbol. Atalaya así lo prometió, pero no cumplió su palabra y taló la ceiba."
Les recomiendo la lectura de este libro. Publicado por Ariel.

miércoles, 5 de mayo de 2010





Llegando a Punta Umbría. Camino por la avenida casi desierta, reconociendo cada esquina, como si también ayer hubiera pasado por allí. Me pesa la mochila, me llevé algo de estrés, un poco de trabajo, y el último tropiezo. A lo lejos, veo que se acerca el abrazo de Uberto. Me dejo querer. Es fácil. Corazón. Que me dice. Vamos sonrientes hasta la mesa, donde Dante Medina junto a otros escritores mejicanos disfrutan de la sobremesa. Pasan apenas cinco minutos, y me siento como en casa. Llegamos a EDITA.

Así que dejo la mochila, que parece va pesando menos, y me dispongo a recoger el premio que nos han concedido. Aprovecho y doy las gracias a los autores que nos han felicitado. Junto a Baile del Sol, Antonio Orihuela y revista Lalata.

Esperando a que comience el off, donde se congregan más de sesenta personas para escuchar poesía, no puedo dejar de recordar, es inevitable, lo que ha sido EDITA para nosotros, para esta editorial. No puedo -ni quiero- olvidar, que gracias a este encuentro, nuestro fondo cuenta con tantas y tantas voces. Y nuestra vida con tantos amigos. Puede, que este no sea el EDITA que conocimos. Nosotros tampoco somos aquellos. Me dijo Iván Vergara, de la Plataforma Chilango Andaluz, lo mucho que disfrutó. Lo que había aprendido. Los contactos que había hecho. Las mismas palabras diez o doce años después.

Yo descubrí y aquí se los dejo para que disfruten en su facebook, a Joana Bravo, de En3Palabras. Absoluta.

(la foto, es un "regalo" de Orihuela)