miércoles, 23 de junio de 2010
martes, 22 de junio de 2010
..."Volvíais a casa con los últimos rayos de luz por la diminuta hilera que miles de pies descalzos y encallecidos habían ido arrebatando con paciencia al bosque, tu tío hablando a tus espaldas, cargado con dos monos grandes cuya sangre se derramaba aún sobre su torso desnudo, y tú sosteniendo sobre el hombro con exagerada precaución la escopeta vacía de tu padre (tu tío no podía obtener licencia, no había sido sometido por la ley de los blancos) y venía recordando que en aquellos tiempos los caimanes se volvieron locos, salieron de los arroyos, invadieron los caminos atacando a los hombres, a las mujeres, a los niños, y la premonición se cumplió: un destacamento de tropas extranjeras estaba ocupando ya la región, y de nada sirvieron las lanzas y las ballestas envenenadas con estrofano porque ellos poseían armas, muchas armas como la que tú llevas en el hombro, y traían regalos para los jefes débiles, regalos que no servían para nada, clotes de colores, trozos de espejo, y los emborrachaban con esa bebida que quema la garganta, fíjate bien, y esos jefes débiles, firmaban la paz sin haber luchado, hijo mío, por eso la ambición es muy mala, es la peor enfermedad que puede tener un hombre. Y la decadencia de vuestra estirpe había ido decantándose a medida que las armas de los blancos exterminaban a los caimanes. Y estas historias te embelesaban, y el único que intentaba salvaguardar la memoria colectiva de tu pueblo era el tío Abeso. Revivir la esencia de vuestra casa, hollar tu espíritu aún tierno con las huellas de la cultura truncada era su misión. No encontraba ventaja alguna en la amistad con los ocupantes blancos, prefería seguir conservando intacta la fuerza mágica, misteriosa y peligrosa que le había sido conferida por el pueblo como jefe..."
Donato Ndongo. Las tinieblas de tu memoria negra. Ed. ElCobre 2009
viernes, 18 de junio de 2010
Parece mentira, parece que fue ayer, pero hace casi una semana que acabó la Feria del Libro de Madrid, donde quedé abducida por la caseta los últimos días. Lo pasé muchísimo mejor de lo esperado. Compartimos caseta nuevamente con Ediciones Escalera, con Talía y Daniel. Ví a viejos y buenos amigos, y como siempre, conocí a muchos de los autores de la casa. En fin, espero con impaciencia la próxima edición porque será aún mejor que esta.
Me traigo de la feria un libro firmado por Geronimo Stilton, y "Cuentos chinos", el libro de Alejandra Díaz-Ortiz, de Trama Editorial (magnífica idem),
Siete vidas tiene el gato
Mi primera vida la perdí jugando a la pelota.
La segunda me abandonó buscando una respuesta que nunca encontré.
La tercera me la robó un cantante de mala fama.
De regalo, ofrecí la cuarta, sin razón.
Entre una cena y un te quiero, me aposté la quinta.
La sexta la doné a Soledades sin Fronteras.
La séptima, la última que me queda, la quiero ahogar en lo más profundo de tu boca.
lunes, 7 de junio de 2010
"Cada día somos más independientes..." uno... ¿y final?
domingo, 6 de junio de 2010
"Al cabo de un par de vueltas, el coronel Race volvió a reunirse con nosotras.
- Se ve el Gran Pico del Teide, cubierto de nieve, desde el otro lado.
-¿Sí? ¿Cree que podré fotrografiarlo?
-N0; pero eso no impedirá que estropee película intentándolo.
La señora Blair se echó a reír.
-Es usted cruel. Alguna de las fotografías que yo he sacado son muy buenas.
-Un tres por ciento, aproximadamente.
Todos nos dirigimos al otro lado del barco. Por aquel lado se alzaba el rutilante pináculo, balnco, nevado, envuelto en delicada y rosácea neblina. Exhalé un grio de admiración y deleite. La señora Blair corrió en busca de su máquina fotográfica..."
"El hombre del traje color castaño (marrón)", de mi admirada Agatha Christie. Ed. Molino.1983