domingo, 20 de noviembre de 2011


ayer, en el suplemento cultural del Diario de Avisos, El Perseguidor, dirigido por Eduardo García Rojas, te podías encontrar a un montón de amigos,
el libro de Ryu Murakami, Piercing, editado por Talía Casado y Daniel Ortiz, de ediciones Escalera, "Entiendo que una novela es buena cuando me prohíbe terminantemente que coja otro libro entre las manos. Con Piercing me pasó eso mismo. Su lectura, poética, resulta hipnótica, de una fascinante sexualidad. El final, redondo y desconcertante, me hizo dibujar una extraña sonrisa en los labios."
el último poemario de Pedro Flores, editado por baile del sol, Como un león de piedra en el arqueológico de Bagdad (En la noche de Bagdad evocando a Neruda: No puedo escribir ni los versos más tristes esta noche; no hay luz por los bombardeos y los que tiritan, azules, a lo lejos, no son astros, son aviones.)"
y un recuerdo extenso a nuestro querido ORlando Cova.
mi recuerdo de orlando se quedará en aquella primera vez que lo vi, quedamos con él en el carrefour de Añaza, donde vivía, yo acababa de leer su novela "Nadie contó los días exactos", que publicamos en el 99. me encantó ese libro, siempre que lo veía le preguntaba cuándo se iba a poner manos a la obra y nos iba a regalar otra historia. () se hizo difícil quererlo en los últimos tiempos. pero quizás es que no supimos cómo hacerlo. nos dejamos arrastrar por la prisa, esa prisa que nos deja sin paciencia. que no nos permite darnos cuenta de que las cosas tienden a su fin y luego, cuando se acaban, cuando las perdemos es entonces, solo entonces, cuando nos damos cuenta de que nunca más las vamos a poder recuperar. quizás sea eso, no lo sé.
en todo caso, su recuerdo siempre me viene y vendrá acompañado de su sonrisa. buenos recuerdos me deja.

"Irrumpió estruendosamente el trío de guardias civiles en Afur. En medio de una nube de humo, el viejo Austin, ronroneando y escupiendo gasolina mal quemada por el tubo de escape, se impulsó ladera abajo por la terrosa carretera que llevaba al centro del pequeño caserío. el polvoriento pavimento de la única calle se elevó con la última frenada de aquellos neumáticos que ya casi enseñaban el aire, y los habitantes del lugar tardaron un buen rato en divisar a los visitantes, bajando del coche para dirigirse a la única venta del pueblo, con la intención de mojar sus resecas gargantas. Dos de los tres hombres de uniforme se apoyaron en el mostrador de madera y pidieron un jarro de agua de la destiladera que en un rincón destilaba, gota a gota, la transparente y fresca bebida. Seis casas formaban el núcleo central del lugar, una sola calle entre las blancas paredes, daba casi aspecto de pueblo, al pintoresco y medio habitado pedazo de monte. El resto de las viviendas que formaban el conjunto del caserío, no eran muchas más, y estaban dispersas por los verdes repechos de las pronunciadas elevaciones de la escarpada cordillera."
(nadie contó los días exactos. Orlando Cova. Baile del Sol. 1999)

sábado, 19 de noviembre de 2011


LAGATA, cumplió tres años esta semana. tres. conté con los dedos varias veces para estar segura. y sí. no sé dónde se metió el tiempo porque apenas recuerdo los dos últimos, pero han pasado. todo sigue más o menos igual. mis gatos que vienen y van, y los fragmentos de algunos de los libros que me acompañan. incluso, al dedicar el otro día dos minutos a la nostalgia y ver las primeras entradas, me di cuenta que seguíamos en lo mismo con el tema de los políticos y la cultura en canarias. solo que tres años después, ya los del sector no peleamos por un 2% de los presupuestos para cultura, sino que ahora peleamos simplemente para que la cultura no sea la que nos quieren imponer estos queridos nacionalistas cutres que dicen que nos representan: el mojo, las papas y el sol, la neurona no les permite pasar de ahí. hoy por cierto llueve a cántaros. la consejera de cultura del gobierno de canarias, inés rojas, decidió hacer un recorte al presupuesto sin contar con nadie y nos tiene contentos. ella solita. llegó al despacho, se sentó a pensar, tiró de la cadena y cuando se levantó ya había decidido. después de una semana de espera, también decidió seguir con su política despótica y no se puso en contacto con el sector, a pesar de que éste había solicitado una breve reunión con ella... para qué?, digo yo que habrá pensado. ¿pensado? ¿piensa?... estoy totalmente indignada. y procuro no darle muchas vueltas al tema, ni acordarme mucho de la doña porque no me sale una sola palabra bonita. sigo siendo un tanto ingenua, y me parece increible que alguien pueda llegar y de un plumazo jugar con tantos puestos de trabajo, de los que muchos no son conscientes, pero que lo serán, jugar con tanto esfuerzo, con tantos proyectos en los que uno cree y en los que trabaja nosecuantashorasaldía. es indignante de verdad. pero es lo que tenemos, es una lástima.
tres años, como decía... ya puse la foto, ya hablé de mamáines y ahora el fragmento...

"Se sabía que Valentina Caldas vivía de la sangre alborotada de los hombres. Pero había que tener un instinto agudo para descubrir que sus armas más letales no eran sus tetas de rebote, ni sus nalgas primorosas, ni sus muslos africanos, ni su aroma de mar, ni las ondulancias de su voz, ni su ahogo en el amor, ni su centro de vértigo donde los patriotas perdían mil batallas, sino el arte de saberlo combinar todo en las proporciones exactas y en los momentos precisos. A cada cliente lo veía llegar como un torbellino voraz, y su estrategia para despacharlo rápido era siempre la misma. Le pedía no iniciar el forcejeo hasta que ella se quitara toda la ropa, con el pretexto de no echarla a perder. Era una fórmula de seducción demoledora en la que ella lo seguía con los ojos, mientras dejaba deslizar cada pieza, demorando el aterrizaje según veía crecer al hombre a la deriva, lo veía irse de este mundo, lo veía desmoronarse en sus dominios de mulata infernal cuando le enseñaba el vértice de sus muslos que era el lugar donde te quiero, papi, y entonces bastaba el solo contacto de los cuerpos para sentir el desplome torrencial del náufrago en sus brazos.
Valentina Caldas caminaba resuelta por las calles, y gracias a los recursos de su cuerpo podía elegir siempre lo mejor. Años antes de que las holandesas le arruinaran el negocio, varios de nosotros le habíamos escuchado decir:
-El día que nazca un hombre que no piense con las bolas, me avisan para fusilarlo. No vaya a ser contagioso."

(La increíble patria de Leo Bernoli. Joao Manuel Cruz. Baile del Sol. 2011)

martes, 15 de noviembre de 2011



a veces,

"Lo perdido para siempre tiende al olvido, a la indiferencia; lo que de verdad nos engancha y nos tortura es lo perdido que conserva, aunque mínimamente, una posibilidad de nuevo inicio o reencuentro, algo que faculte la ensoñación y el insomnio." (Javier Cánaves. Los artistas. Baile del sol. 2011)

a veces,

escuchas una canción cuando aún no tienes narices, y la buscas toda tu vida, y llega un día el editor jefe y te la encuentra,

"When I go to sleep at night, you´re always a part of my dreams. Holding me tight and telling me everything I want to hear. Don´t forget me, babe, all you gotta do is call" (I can help. Elvis P.)

a veces,

llega una gata salvaje y tardas un par de meses en convencerla de que la quieres, y un buen día sin esperarlo ahí está, quieta. y también te abandona.

a veces, tienes tantas cosas que decir, pero mejor te quedas callada.

a veces,

no es que te levantes mística,

es que a esta hora, el día te pesa como una losa.