miércoles, 14 de julio de 2010


"... Me acuerdo de un patio estrecho, de un pozo, de una tortuga durmiendo en el fango. Se oía el bullicio de personas más allá de las rejas. Aún recuerdo las casas, bajas, hundidas en la fina luz (como en la arena) del crepúsculo. Mi madre estaba siempre a mi lado, una mujer frágil y feroz, enseñándome a recelar del mundo y de sus innumerables peligros.
-La realidad es dolorosa e imperfecta -me explicaba-. Ésa es su naturaleza y por eso la distinguimos de los sueños. Cuando algo nos parece muy bonito pensamos que sólo puede ser un sueño y entonces nos pellizcamos para tener la seguridad de que no estamos soñando. Si duele es porque no estamos soñando. La realidad hiere, incluso cuando, por momentos, nos parece un sueño. En los libros está todo lo que existe, muchas veces con colores más auténticos y sin el dolor verídico de todo lo que realmente existe. Entre la vida y los libros, hijo mío, elige los libros."
El gato, me lo regaló una amiga, me lo trajo de Amsterdam.
El texto, es un pequeño fragmento de "El vendedor de pasados", de José Eduardo Agualusa. Ed. Destino. Magnífico libro.

No hay comentarios: