viernes, 16 de diciembre de 2011






..."Ashley se sentía más sola que nunca aquel principio de año. Estaba enamorada, y eso no debía haber sucedido. Por qué no lo habré conocido hace tiempo, dónde estaba él. Y ahora es tarde, demasiado tarde. Pero después cerraba los ojos y decía aquellas palabras que se habían vuelto como una oración, y él tiene tu rostro, y tus ojos, y tus manos, y tu voz, y es irlandés, y tiene cincuenta y dos años. Cuando sentimos la ausencia, el deseo, eso tiene algo que ver con los números negativos. El espacio entre las personas, entre las piedras, es el origen de las facciones. Recordó que uno de los profesores de la Slade le había dicho que estudiase matemáticas, los números son un lenguaje, quizá el más universal. Ella no había estudiado matemáticas, no había estudiado ruso, nunca había estado en Groenlandia. Tenía treinta y cinco años y estaba muy cansada. Tanto trabajo, tanta búsqueda, y sé menos que nunca. No sé por qué he vuelto a Londres, pero él estaba en mi casa esperándome, y no puede haber sucedido por casualidad, ha sido como un milagro, y es un milagro que él exista y sea así, aquel rostro, aquellos ojos, aquella voz. Un deseo enorme, y el deseo se extiende por las cosas que me rodean, y siento ganas de vivir, tengo un terrible deseo de vivir".

Estoy en la espera impaciente de tener este libro entre mis manos para volver a leerlo, Si nos encontramos de nuevo, de Ana Teresa Pereira, tan absolutamente magistral como lo es Stoner, como lo son tantos otros. disfruté de cada una de sus líneas y al encontrarme ahora con este fragmento, he pensado que era el momento de compartirlo. hoy amanecí como hacía tiempo no lo hacía, a pesar del mac que dejó de funcionar, de la gata que me arrancó las teclas del teclado, de la incertidumbre, de los despropósitos, de las decepciones, de la vida... que esto es lo que hay mariadelosangelesminiña... que no hay más!!! así que me propongo disfrutar de este día soleado, de este cielo azul, y de la gente que me dice a veces que me quiere.


(el de la foto, un gato mejicano que me regaló Talía)

1 comentario:

Chajaira dijo...

Pues sí mariadelosangelesminiña, hasta el deseo de vivir puede estar enroscado en una cifra, que tal vez tenga forma de rabo de gata o tal vez sea parte de un libro que nadie se atreve a escribir.

Besos y felíz día.