Queridos habitantes de mi pantalla, micro chips abandonados a nuestra suerte, códigos binarios, gente de los cables y las nubes, habitantes del ciberespacio mío, contestadores automáticos, redactores de esos "Delivery to the following recipient failed permanently" y otros textos similares, virus, teucros, células y partículas elementales en general.
Vale, hemos pasado un año chungo, donde ángeles vestidos de negro y un hacha afilada asomando de la corbata, nos han aleccionado para arreglarlo todo: bastará, queridos, que cobréis un poco menos y que (os) rindáis un poco más. Fórmula tan mágica o más que los renos estos que ahora creo ver pasar por la ventana -¿pasan realmente? El siguiente año será mejor para todos, qué le vamos a hacer. Cobraremos un poco menos, rendiremos un poco más, pero estoy seguro de que volveremos a ser felices, pues tendremos menos tiempo para darnos cuenta de nuestra infidelidad, consumiremos menos -yo estoy convencido de que sólo el ascetismo nos acabará liberando- y veremos cómo nuestros ángeles pastores, vestidos con chamarras de Versace -o como se diga- nos llevan por el buen camino a costa de su salud. Ellos, pobres, lo tienen mucho peor. Ellos saben que les queda un poco menos para que todo les explote en la cara y les arruine los Versace. Por eso SOLICITO que los compadezcamos ahora, en estos días de ecológicas luces y renos un poco fumados, y vayamos a sus fashiontiendas a repartirles nuestras limosnas y a que sepan en su descomunal desaliento que por muy mal que lo pasen, nosotros seguiremos dispuestos a dejarnos despedazar por ellos y que pueden seguir contando con nosotros para sexo o lo que surja.
En fin, esto y un soportable año de 2011 es todo cuanto se me ocurre, corasonsitos meus.
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