miércoles, 19 de noviembre de 2008

Beso uno, o como se desembrujó la princesa


La princesa estaba embrujada. Dormía hasta que llegase un príncipe de veinte años, pelo negro y ojos verdes. Llegó. La besó. Se despertó. Los ojos y el corazón de la princesa estuvieron a punto de estallar.
Le dio las gracias, cogió su caballo y se fue para casarse con el hijo del molinero, de quien estaba enamorada.
José Manuel Hernández. Violeta y otras cosas primeras.

No hay comentarios: