"... Reducir las necesidades al mínimo, para no depender en nada de los demás.
Es cierto que en términos absolutos esta vida es imposible. Pero no es imposible relativamente.
Consideremos a un jefe de oficina. Tiene la obligación de prescindir de todo el mundo, tiene la obligación de saber escribir a máquina, de saber contabilidad, de saber barrer la oficina. Su dependencia de los demás es, por tanto, sólo una necesidad de no perder el tiempo, y no una necesidad de su incompetencia. Le dice al aprendiz: "vaya a echar esta carta al correo", pues no quiere perder tiempo llevándola él mismo al correo, no porque ignore dónde está Correos. Le dice a un empleado: "vaya a tal sitio a tratar de tal asunto", pues no quiere perder el tiempo en hacerlo él mismo y no porque no sepa cómo hacerlo".
Créditos:
del texto: Fernando Pessoa
de la traducción: Manuel Moya
de la publicación: Baile del Sol, 2009
de la foto: yo
de la imagen: se llama Rubio, llegó a esta casa en busca de cariño, comida y gatas. Aunque lo vean así desastrado no se fien, el agotamiento le viene de la juerga.
1 comentario:
Me encanta esta entrada, breve pero directa al estómago, y a la realativa esperanza, a pesar de todo.
Me encanta la foto de ese magnífico gato tipo Bukoswky, ahí echado con absoluta majestuosidad de vida.
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