jueves, 10 de septiembre de 2009

Donde dije digo...




Hace apenas unos días, asistí a una rueda de prensa en la que estaban algunos políticos responsables de dirigir las políticas culturales de nuestra isla. Entre las despedidas y adioses, se alzó la voz de uno de ellos, que clamaba desaforado a favor de la cultura: La cultura como motor económico y social! Sin cultura no somos nada! Nosotros (los políticos) debemos ser coherentes y lo que no puede hacerse es destinar los fondos de cultura para cubrir otras partidas! Porque además (decía) la cultura existe desde siempre, desde antes que nosotros (los políticos)! Cuando se pintaba en las cuevas ya se estaba haciendo cultura!...
Esto más o menos, frase arriba, frase abajo, se dijo.
Una exclamación de Oooooohhhh!!!! Impresionante oir estas palabras! pareció surgir de los oyentes, sobre todo ahora, que empezamos con ajustes de prespuestos y se pretende reducir aún más (este año fue un 40% en la partida destinada al libro) el dinero que se destine a este artículo de lujo: la cultura.
Esto fue... déjame recordar... sí, el jueves pasado... el martes, llegué a la oficina y me esperaba Noemí con la buena noticia, de que este año, el Cabildo Insular no sacará las ayudas de compra de libros destinadas a dotar a las bibliotecas.... la crisis.
Lo del Cabildo tiene su historia y seguramente habrá quien lo sepa y quien lo explique mejor que yo, así que simplemente comentaré que las ayudas que creo empezaron con una dotación de 90 mil euros (o era 120 mil?), se han visto reducidas anualmente hasta quedar en la convocatoria pasada a 40 mil.
Este año, debido a la crisis parece ser, no hay compras, no hay ayudas al menos al sector editorial canario.
¿Donde quedaron pues las palabras de dos días atrás?
No merece la pena extenderse en este tema. La culpa no la tiene el político de turno que hace y deshace a su antojo. Pensando siempre, eso sí, en nuestro bienestar. La culpa la tenemos nosotros, los empresarios, los editores canarios, que después de varios cientos de años, seguimos sin estar unidos, sin tener un frente común, un discurso con el que hacer frente, a estas y otras cuestiones...
Como por ejemplo que alguien nos diga, porqué el gobierno ha sacado las ayudas a todos sectores y ramas de la cultura menos... al sector del libro.

1 comentario:

Abelardo Martínez dijo...

Aun Andaluz de nacimiento y convicción, vivo en Valencia desde niño, en todas partes ocurre cosas parecidas, el mundo de la cultura está dejado de la mano de Dios, y ya no digo el mundo de la poesía, donde hoy día ya no hay lectores, solamente poetas. Todos somos poetas, todos queremos publicar pero nadie queremos comprar. Estamos más inmersos en mirarnos nuestros propios ombligos que en leer, comparar, discutir y comprar poesia. No soporto el ambiente poético en Valencia, tomado por cuatro amigos a golpe de cubata y cerveza en un dorado local; no soporto a quien invitaste a tu presentación en la SGAE y ahora presenta libro lleno de pies de arena y no tiene la desfachatez ni de invitarte, si no de mandarte una fría circular para que compres su libro; no soporto al endiosado que a veces escribe hace cuatro días y mira por encima del hombro a quien lleva 38 años escribiendo; la poesía es lucha, es generosidad es compartir; pero jamás orgullo, jamás deslealtad y menos aun desagradecimiento y egoismo; Siempre fuí libre, escribí libre y así pienso seguir, libre y solo, pero acorde a mis lealtades personales y vitales.
Un saludo